Ahora estoy viviendo una nueva etapa
en mi vida, es una etapa hermosa, y maravillosa pero ciertamente
con grandes retos, y el primero de ellos es: LA BODA.
A solo unos meses de convertirme en
esposa tengo la gran tarea de organizar mi boda, me he dedicado casi toda mi
vida en organizar las bodas de mis amigas y de mis familiares, la verdad, me
enamore de las bodas, y quería ayudar a las personas en ese día tan importante
para ellos y realmente me considero una experta en cuanto a protocolo u organización
pero ahora es mi momento, ahora no seré la que sostenga la cola, la que arregle
a la novia, no, ahora seré la que estará vestida de blanco, y la verdad, esto
es otra cosa mis queridos lectores.
Empezando por complacer y agradar a la
familia, y terminando por tener que tomar decisiones que no a todos agraden son
los primeros desafíos que se nos presentan, hoy entiendo a esas novias,
realmente mi trabajo era más sencillo que el de ellas, pero bien, ¿por dónde
empiezas? Lo primero que debes hacer es concentrarte, y evitar el estrés y las
tensiones, siempre van a venir pero trata de tomar las cosas con calma, aprende
a respirar y recuerda que es un momento para disfrutar, si, no solo el disfrute
es la boda sino cada paso que des para su realización.
Hay muchos artículos y blogs ya
escritos que te dan una serie de pasos a seguir, son muy buenos, yo no
escribiré el listado ni los pasos, ahora prefiero alentar ya que también esto
es para mí, lo que si te aconsejo es que escribas todo lo que necesitas, haz
esas listas y ve marcando lo que ya tienes para saber que te falta, siempre vas
a anotar cosas nuevas que van saliendo en el camino así que vive con tu agenda
de bodas, duerme con ella, llévala a donde vayas para que siempre estés lista.
Hace un tiempo escribí un artículo
sobre la dama de honor, nunca lo publique, hasta ahora (se los dejaré después de
este), allí hablo sobre todo lo que hacía una dama y al final yo expresaba que
un día seria mi día, ya no sería la dama sino que sería la novia, y recuerdo que
cuando escribí estas palabras mi corazón siempre se emocionaba, sin saber que
el día me llegaría tan pronto.
Y les digo, es todo un desafío, pero
siempre recuerda que todas aquellas cosas a las que les pones el corazón y la
dedicación son perfectas e inolvidables, y así debería ser este momento, no
puedo encontrar otra definición para un día tan especial como lo es el día de "la alegría de nuestro corazón", cuando nos unimos con nuestra persona
amada, con ese complemento perfecto que Dios nos ha regalado en esta tierra, es
una verdad, debe ser un día inolvidable para ambos. Aunque, lamento decírselos,
pero el camino no es un sendero de flores precisamente, empiezas a pedir
presupuestos de salones, de los trajes, las comidas, y es entonces cuando te
estrellas con una pared de realidad: mi boda saldrá por un ojo de la cara.
Los presupuestos son tan exorbitantes
que te darían escalofríos, y entonces te llega la impotencia y angustia, la
boda debe ser alegría, amor y unión pero a sus ratos suele convertirse en
estrés y frustración, ahora bien, eso es una realidad, y es una que no podemos
ocultar, pero no te puedes quedar allí, tu fe debe ir por encima de la
realidad, ciertamente eso es lo único que te puede levantar y dar aliento ante
cualquier realidad, así que mi mayor consejo es este: NUNCA PIERDAS LA FE, y
recuerda que Dios es un Padre, y uno maravilloso.
Hoy estoy en este grandioso proceso, te invito a acompañarme a lo largo de el..
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