lunes, 20 de abril de 2020

¿Porque a mí?


Hola lectores! Estoy agradecida de estar nuevamente con ustedes, y en esta oportunidad les contaré una vivencia difícil que pasé hace meses, sabiendo que muchas se identificarán ella.

Mi esposo y yo hemos vivido tiempos difíciles, somos una pareja de recién de casados (a penas estamos por cumplir 3 años ) y hemos enfrentado desde el principio de esta historia varias pruebas, pero en definitiva, hay una que nos estremeció…
Hace ya más de un año teníamos la mejor noticia que cualquiera pueda recibir ¡Seriamos Padres! Está alegría fue indescriptible, ya al tener está noticia en tus manos te cambia la vida y empiezas a hacer todos los planes para recibir a esa herencia, ese regalo del cielo.

En definitiva, el embarazo tuvo muchas complicaciones desde el inicio, empecé a sangrar, y tuve que entrar en un reposo total, no podía siquiera levantarme de la cama, fueron meses de tanta preocupación e interrogantes pues cada visita al médico era cada vez menos alentadora… el embrión nunca se vio en el ecograma y el sangrado no se detenía… Luego de 3 meses de lucha, al final, el embarazo no pudo darse, no fue nada fácil para mí esposo y para mí, ni para mi familia, definitivamente es imposible de explicarlo, a todos nos embargó un profundo dolor ante la pérdida de esa ilusión, de querer recibir ese regalo, y verlo irse de esa manera, realmente nos estremeció a todos.

Entonces, empiezas  a hacerte tantas preguntas y dices ¿Porque a mí? ¿Porque mi familia? Y es justo en ese momento cuando empiezas a mirar al cielo y solo quieres ver esa mirada, y solo quieres sentir solo una presencia siente diga que todo estará bien. Aunque la realidad sería la misma, nada iba a cambiar, solo una cosa.

Este fue un proceso duro, doloroso y difícil, así lo fue, pero el proceso no terminó con nosotros ni nos detuvo, ni nos detendrá, pues lo que Dios nos entregó a través de todo este proceso es aún mayor que aquello que ha querido venir a detenernos.  ¡Todo obra para bien! Bendito sea!
Nos aferramos a nuestra fe y confianza extrema en el Padre, El nos ha fortalecido. Y en medio de ese proceso solo nos quedó una cosa y fue ... SER VALIENTES y VENCEDORES!💪

Así que la Actitud que decidí tomar ante está situación fue una ACTITUD DE VENCEDORA.

Decidí confiar en lo que dice La Escritura y vivirlo: Más bien, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy convencido de que ni la muerte ni la vida ni ángeles ni principados ni lo presente ni lo porvenir ni poderes ni lo alto ni lo profundo ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro (Romanos 8:37-39)

Tenía la opción de sentirme diferente, ante tal perdida, podía sentirme fracasada pero esa no era la actitud que quería en mi vida. No quería vivir así, y el mismo día que nos enteramos de la pérdida, tome aliento, mire al cielo y decidí hacer lo que amo, servir a otros, y hacer la voluntad de Dios. Salí del consultorio y fui a una casa hogar de niños especiales a la que me he dedicado durante años, y fui con toda la alegría del cielo, lleve alimentos y compartí con los niños, ellos tuvieron el efecto en mí de levantar mis manos, así como cuando terminas una pelea y estás tan golpeada que no puedes siquiera levantar las manos y otros te las levantan e indudablemente eres el Vencedor. Así me sentí, no permitiría que nada dañará en mi lo que El Eterno ya me había dado… una vida de Vencedora.

Determine que mi vida es y siempre será de Dios, nuestras metas siempre vendrán acompañadas del compromiso de servirle y buscarle incansablemente, que su favor y su gracia nos acompañe siempre y que su propósito sea sobre nosotros por encima de cualquier otro.

Hoy disfruto de unos hermosos 6 meses de Embarazo y se que El Eterno lo ha hecho y lo seguirá haciendo sus promesas no cambian JAMÁS!! El proceso fue difícil, el tiempo de espera aún más. Pero sigo teniendo la victoria en mi vida y pronto la tendré en mis manos.

Por eso, cuando tengas una dificultad o estés atravesando una prueba, quiero que sepas dos cosas: la primera, es que eso te acercará a Dios de una forma única, debes orar, confiar en Él y jamás olvidar que El Señor es bueno y su voluntad para nosotros es buenas  agradable y perfecta.
Y la segunda, es que El estará contigo, recordemos todo lo que vivió José, y de él dice La Escritura “Más El Eterno estaba con José”. (Génesis 39:2;2) .
Así que, una de las cosas que tenemos que aprender a tener es fe extrema, fe en circunstancias extraordinarias, y estoy segura que verás al Padre obrar.

Que nuestra mirada esté en lo Eterno y no en lo Pasajero, y que nuestra vida sea la vida que ya alguien conquistó para nosotros… Una vida de Vencedores