miércoles, 18 de julio de 2018
8 MESES DE CASADOS
Si hay algo que lo conquista todo es el amor, no hay obstáculo, barrera o circunstancia adversa que el amor no pueda superar, la vida en realidad se trata de decisiones y cada uno de nosotros las tomamos. Hoy y todos los días doy gracias a Dios porque un día decidí quedarme en su vida y hoy tengo el privilegio de llamarlo esposo, realmente el amor conquista todas las cosas, entonces démosle siempre el paso al amor, ese que nunca deja de ser.
Es increíble como se logra escribir sobre el amor que podemos sentir por alguien, ¿saben porque? la respuesta nos la dejo el escritor francés Voltaire "Hay que saber que no existe país sobre la tierra donde el amor no haya convertido a los amantes en poetas"
martes, 10 de julio de 2018
En Tiempos De Crisis La Mujer Da Un Paso Al Frente
Por Judith Vargas De González
Todos conocemos la crisis socio-política que
enfrenta nuestro país (Venezuela), una crisis que ha alterado de manera
significativa nuestra vida, pero creo que deberíamos pensar en el papel que
podemos tener cada uno de nosotros en la misma, por esto escribo este artículo,
y esta vez hablare con respecto a la mujer, y cuál debería ser su papel estos
tiempos difíciles. Una mujer, con sus dones Divinos y, especialmente, con su
dosis extra de entendimiento, tiene una capacidad impresionante para impactar
de manera POSITIVA sobre su entorno y sobre cualquier circunstancia por muy
difícil que esta sea. Ahora, la medida en que aproveche ese entendimiento para influir
sobre los demás, es la medida en que estará desarrollando su potencial, su
verdadero poder, pero primero debe reconocerlo y saber que está en ella.
La historia bíblica refleja que las mujeres pueden
ser, y son, poderosos agentes de cambio, cuentan con la increíble capacidad de
enfrentar desafíos con gran creatividad, inteligencia, valor y fuerza de
espíritu. Cada una de las grandes mujeres plasmadas en las Escrituras posee
características, rasgos, fortalezas y capacidades únicas. Mencionaré algunas de
ellas:
Por ejemplo, Miriam
siendo pequeña, fue testigo de las terribles tragedias de la esclavitud
egipcia y de la muerte de muchos niños judíos a causa del decreto del Faraón.
Durante ese período trágico, Amram, su padre, había perdido las esperanzas de
construir una nación. Para asegurar que no hubiera más niños judíos que
sufrieran en este mundo, Amram se separó de Iojéved, su esposa. Entonces todos
los hombres judíos siguieron en ejemplo.
Miriam le dijo: “Padre, tu decreto es peor que el del
Faraón. Él sólo decretó la muerte de los niños, mientras que tú has decretado
tanto en contra de los niños como de las niñas. Él sólo decretó en este mundo,
mientras que tu decreto es en este mundo y en el Mundo Venidero. Él es malvado
y es posible que sus decretos no se cumplan. ¡Pero tú eres recto y Dios
seguramente permitirá que tu decreto se haga realidad!” (Talmud Sotá 12b)
Amram se volvió a casar con su esposa y también el
resto de los hombres volvieron a casarse con sus esposas. Por su mérito, de
allí nació el grandioso Moisés. Vemos la visión de futuro y la confianza en sí
misma que tuvo Miriam al hablar con su padre y convencerlo de abandonar lo que
hubiera sido equivalente a un suicidio nacional. Miriam logró ver la imagen
global más allá de los hechos presentes: ¡tenemos que construir una nación, un
futuro, una misión! Ella no se quedó atrapada por la desesperación del
presente, sino que se aferró a su visión y a su responsabilidad de mantener a
la nación de cualquier forma posible. Miriam también demostró un profundo
entendimiento de la personalidad de su padre. Lo enfrentó con sabiduría, con
una lista de tres razones racionales, y no con un reclamo emocional para que
recuperara la fe y la esperanza. Y tuvo éxito.
Y mencionemos ahora a la madre de Moisés, Iojéved,
el embarazo de esta madre transcurrió en un difícil contexto de tragedia y
muerte por el decreto del faraón, orden que consistía en ahogar todo niño varón
en el Nilo, entonces ella con su fe, prepara un plan para proteger a su hermoso
e indefenso bebé y, a pesar de que tuvo que dejar a su bebe para que este no
muriera, ella pudo desbordar todo su amor de madre amamantando al bebé y luego
criarlo y educarlo en sus primeros años, dándole a conocer el pacto, y las
promesas, instruyéndole a conocer al Dios Poderoso, único y verdadero y amar a
su verdadero pueblo Israel. Solo el tiempo revelaría la grandeza de esta mujer.
Porque nadie, ni el poderoso Faraón, pudo tocar a su hijo, ya que ella, dice
hebreos 11:23-29: “No temía el decreto del Rey”.
Esta mujer, no se aferró a la circunstancia ni
entrego su hijo a la muerte, sino que lo salvó aun poniendo en riesgo sus vidas, y así, acercó la
redención, a un pueblo, que años más tarde sería libre de la esclavitud por
mano de ese niño. Y, aunque ella se enfrentó circunstancias adversas, decidió
salir adelante, esta gran mujer no se entregó a la desesperación, no se quedó
atrapada por el agobiante presente, sino que tuvo fe para creer que se
cumpliría el plan maestro de Dios y se aferró a su visión y a su
responsabilidad de cuidar a su hijo de cualquier forma posible. Esto quizás se
deba a la capacidad para ver más allá de la oscuridad inmediata, de ver más
allá del presente, ella logró ver la imagen global por encima de cualquier
crisis, confiadamente pudo ver el mañana con fe y esperanza, y como dice el
Salmo 92, ella estaba lista para “Anunciar por la mañana tu misericordia, Y tu
fidelidad cada noche”.
Pensemos ahora
en Débora, una mujer que surgió en tiempos donde el pueblo judío, en los días de los Jueces, se comportaba
mal, y resulto un
tiempo donde los Hijos de Israel eran tan oprimidos, como lo expresa Jueces 4:1-3, debido a que los hijos de
Israel volvieron a hacer lo que era malo ante los ojos de Dios, El los entregó
a manos de Jabín, el rey de Canaán, entonces los Hijos de Israel clamaron a
Dios porque grande era su enemigo, durante 20 años oprimió con exceso a los
Hijos de Israel y durante esos tiempos alguien se levantó.
Ahora en una sociedad
y cultura donde era difícil que una mujer surgiera, Débora dio un paso al
frente ante toda circunstancia y se levantó, y aunque la posición de juez es
atípica a una mujer, Débora se levantó como juez, como esposa sabia y como
mujer victoriosa en Israel, se destacó en proezas militares y tuvo su rol en la
guerra de sus tiempos ya que en un principio ella fue la estratega militar,
quien le decía a los guerreros que debían hacer, ella,
usada por Dios, sabía que esa guerra no se lucharía con medios naturales. Por
supuesto, la guerra ya había sido ganada milagrosamente por el ruido
estruendoso del Eterno, que sonaba como caballos y carrozas, haciendo que sus
enemigos retrocedieran. Era claro que se trataba de una victoria
completamente espiritual,
liderada por Dios.
Además, Débora eligió una extraña forma
para expresar su liderazgo de la nación judía diciendo: “Yo surgí, Débora,
surgí como una madre en Israel” (Jueces 5:7). A esta gran mujer se le describe
como general, líder, jueza, árbitro, profetiza, pero ella se percibía a sí
misma como Madre en Israel, ya que ella en sus diferentes roles de liderazgo,
ejemplificó los rasgos de la maternidad. Débora lideró al pueblo judío durante
40 años, un período durante el cual el país estuvo en paz, libre de molestias
de las naciones vecinas. Fue un logro atípico en la historia judía, y pudo
lograrlo gracias a sus singulares fuerzas femeninas.
En efecto, podemos escribir sobre tantas mujeres de
la historia bíblica que salieron adelante en tiempos difíciles: SARAH, RUT,
ESTHER, MARIA, y un sin número de grandes mujeres que ante la dificultad no
retrocedieron sino que dieron ¡UN PASO AL FRENTE! Las mujeres que analizamos en esta serie marcaron una gran
diferencia, influyendo sobre su entorno y sobre su nación de una manera
poderosa. Todas ellas poseían una fortaleza y virtudes inmensas, que utilizaron
para impactar, no solo sobre su generación, sino sobre las futuras generaciones
y por supuesto generar cambios significativos en la historia.
Pero ellas, así como ellas nosotras, estamos
llamadas también a seguir dando pasos adelante, y el hecho no es si la mujer debería o no
debería tener poder, sino en la clase de poder que ya poseemos, un poder
genuino y único para nuestro desarrollo personal así como también para el bien
de toda la sociedad. Mujeres, además de tener hijos y cuidarlos físicamente, lo
que es ser madre, es un componente
necesario en toda área de la vida. No importa cuál sea la tarea, no importa el
rol que desempeñemos, aun sin importar en qué lugar de la historia o en que
circunstancia nos encontremos, siempre debemos aspirar a nutrir y ayudar a las
personas con nuestro entendimiento especial para lograr la salud física,
emocional, psicológica y espiritual, que podamos impactar e influenciar ya sea
de una forma pequeña y profunda o a escala general y nacional.
Es tiempo de dar UN PASO AL FRENTE, por los tuyos,
por los míos, por los nuestros.
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