jueves, 17 de mayo de 2018

MÁS QUE UN CAMBIO DE GOBIERNO





He estado meditando mucho en esta frase y fue la que me motivó a realizar este escrito, en la situación país en la que nos encontramos, es muy escuchado la ineficiencia y mala administración del gobierno venezolano, y esto es una GRAN VERDAD. Pero escribo “más que un cambio de gobierno” pues considero que nuestra solución país va más allá de esto, y, por supuesto, presentaré argumentos al respecto, creo que necesitamos ver otras realidades.

En primer lugar, es cierto que la gestión del presente Gobierno ha sido una de las causas principales para la situación económica que atravesamos, por otro lado, la oposición venezolana carece de liderazgo y no han sabido dar pasos acertados que puedan cambiar el rumbo político del país, pero estas no son las únicas causas que nos están afectando, considero también que nuestro problema radica en VALORES. He entendido que VENEZUELA no es solo un país, me explico, no es solo un territorio, no son solo límites, no solo son riquezas naturales, no, VENEZUELA también es su gente, somos también cada uno de sus ciudadanos, tú y yo somos esta nación pues, definitivamente, somos los que le damos vida a la misma.

Ahora, atravesamos una crisis de enormes proporciones, cuyos niveles sobrepasan cualquier crisis anterior y que toca profundamente todas las dimensiones de la vida del país. Cada día podemos sentir más la crisis en carne propia. Una crisis de carácter ético-político y económico-social donde los alimentos son escasos y a precios excesivos, donde nuestro sueldo no nos alcanzaría ni para la comida de dos semanas, donde, muchas veces, trabajamos para pagar los pasajes a nuestro trabajo, y, hablando del transporte público, no hay transporte público por la falta de repuesto o el excesivo costo de los mismos, y los que hay suelen cobran un elevado pasaje para poder costearse y muchos ni siquiera son vehículos que debieran estar en circulación por sus malas condiciones y falta de seguridad para sus usuarios.

No solo eso, donde no hay efectivo para nada porque es muy difícil de conseguir y de conseguirlo es a un porcentaje tan elevado que difícil es pagarlo. Así mismo, la ineficiencia de los servicios básicos que requieren todos los ciudadanos, el llamado “alto costo de la vida”, la crisis en el sistema de salud pública, el desabastecimiento en todos los rubros, la escasez de empleo digno y justo, la crisis económica que paraliza al país, la inseguridad social y jurídica, y puedo seguir haciendo la lista de las cosas que en este país no funcionan y créanme, no podría terminar este escrito. Pero definitivamente nos hace falta mucho una cosa, como bien podría decirlo el gran filósofo Martin Buber: “el diálogo, el diálogo, el diálogo” (una comunicación dialógica que nos permita encontrarnos como personas, y no ver al otro como un medio para lograr un fin).

Pero, no se trata de hacer saber TODO lo que aquí falla, todo el mundo lo sabe muy bien ya que bastante información hay sobre eso. Ahora bien, entiendo que cualquier causa que yo presente ustedes me llevaran a que toda la culpa de este gran problema que atravesamos es del GOBIERNO, pero pensemos por un momento en esto: aunque la escasez de alimentos y falta de comida exista y todo lo que hemos mencionado, ¿Dónde están nuestros valores?

Esta es mi una de mis interrogantes, ¿Cómo podemos explicar que un comerciante altere el precio de los alimentos por lucrarse a sí mismo? ¿Quién es el comerciante? ¿Gobierno? No, algunos de ellos, es un VENEZOLANO, un hermano, que por lucrase  a sí mismo no piensa en los graves daños que pueda ocasionar. Si bien el Gobierno ha alterado nuestra vida, el hecho que se alteren nuestros valores es decisión de nosotros, respeto y amor por el prójimo es algo que debe estar en nosotros mismos y NADIE debería quitárnoslo, a menos que decidamos que lo haga.

Respondamos otra interrogante, ¿Cómo explicamos que un chofer de tráfico, literalmente, te arroje los billetes de 100 porque no los están aceptando? ¿Quién no acepta los billetes? El pueblo, el venezolano, solo que fue proclamada alguna medida, que se está viendo desde algunos meses, pero nunca termina de ser vista, incluso los bancos del país aún dan esos billetes al pueblo, lo que quiere decir que están en circulación, pero algún grupo decide no aceptarlos, colocando ellos mismos una medida solo porque “es mucho bulto”, y además el irrespeto con el que tratan al mismo pueblo incluso de ni siquiera ofrecer el servicio de transporte por esa causa. ¿Quiénes son los conductores? ¿Gobierno o pueblo?

Sé que puedo ser muy cuestionada y seguramente me dirán que todo es causa de la forma en la que el Gobierno ha realizado cada uno de sus preocupantes cambios, y eso puedo entenderlo perfectamente, pero pueblo, no somos nosotros lo que nos hemos dejado corromper por este sistema, es un sistema corrupto bien lo sabemos, pero esa corrupción la hemos tenido todos en algún momento y hasta se quedó viviendo con nosotros. Nos hace falta recordar lo que en El libro de Levítico está escrito: "no hurtaréis; no mentiréis ni os defraudaréis unos a otros" (Levítico: 19, 11). En él igualmente aparece que "no haréis sentencias injustas, ni cometeréis injusticias en pesos y medidas. Tened balanza, pesas y medidas exactas" (Levítico 19, 35).

Además, Deuteronomio, otro de los grandes libros de las Escrituras Hebreas muestra referencias claras: "no torcerás el derecho, no harás acepción de personas, no aceptarás soborno, porque el soborno cierra los ojos de los sabios y corrompe las palabras de los justos". (Deuteronomio: 16, 19). Y tengamos presente lo que el profeta Isaías ya aseguraba en el siglo VIII antes de Cristo que "el que rehúsa ganancias fraudulentas, el que se sacude la palma de la mano para no aceptar soborno, el que se tapa las orejas para no oír hablar de sangre, y cierra sus ojos para no ver el mal. Ese morará en las alturas, subirá a refugiarse en la fortaleza de las peñas, se le dará su pan y tendrá el agua segura". (Isaías. 33, 15-16).

Solo daré un último punto, ¿cómo vemos los saqueos y los robos a instituciones que nos favorecen a nosotros mismos o los robos los unos a los otros? Si bien estos saqueos son provocados por la situación país, no es el presidente el que sale de su palacio real, a saquear, ni su gabinete, somos nosotros cuya necesidad ha alterado hasta nuestros niveles más bajos de bondad y sentido de pertenecía. Salimos campantes con lo que logramos “agarrar” sabiendo muy dentro de nosotros que es “comida para hoy y hambre para mañana”, o a venderlo a elevados precios solo para tener más.

Entonces, como dije al principio, no niego la mala administración que ha habido durante tantos años en nuestro país, no niego la responsabilidad que al gobierno y a sus opositores le compete, y si creo firmemente que debe haber un cambio del mismo, pero también creo que “más que un cambio de gobierno” necesitamos un cambio de mentalidad, necesitamos que nuestros valores vuelvan, que la bondad, el respeto y el amor los unos por los otros regrese y por sobre todo, la unidad, esa unidad que tanto nos hace falta para sacar este país adelante porque lo que si tiene VENEZUELA es POTENCIAL, potencial en riquezas naturales, potencial en sus tierras, ¡potencial en su GENTE!

Nos compete a nosotros meditar sobre esto y saber que el mundo siempre necesita, no sólo más creatividad, lógica, inteligencia y un buen gobierno, sino que también necesita urgentemente más humanidad. Nos han quitado, más que el dinero, la tranquilidad y la electricidad, se nos han arrebatado los VALORES y tenemos la responsabilidad de recuperarlos, y esto depende de nosotros, porque, aunque haya un cambio de gobierno, si nuestra mentalidad no cambia, seguro no avanzaremos mucho.

¡VENEZUELA! Es tiempo de que juntos podamos crear las bases, los fundamentos, para volver a creer los unos a los otros y para volver a reconocer nuestra nobleza. En este tiempo de crisis. Es tiempo de saber que realmente provocaremos un cambio, cuando entendamos que no se trata de lo que me compete solo a mí, o lo que te compete solo a ti, se trata de lo que nos compete a ambos (No debe ser solo el YO o el TU, se trata del NOSOTROS).

No perdamos la esperanza, ni la fuerza para seguir luchando por nuestra tierra, aferrémonos a Dios en todo momento y veamos a nuestro semejante como lo que es, nuestro hermano, recuperemos nuestros valores y  estoy segura que podemos mejorar, solo tenemos que girar a mirar las cosas buenas que tenemos, que son demasiadas, y por las cuales  debemos sentirnos orgullosos como venezolanos.

Vale la pena luchar para seguir adelante y fortalecernos...
¡FE Y FUERZAS HERMANOS!

Por: Judith C. Vargas De González
Correcciones: Dr. Williams Pitter